Las finanzas son un aspecto fundamental para nuestras vidas en el mundo en que vivimos. Llevar adelante una administración equilibrada y prolija de nuestras finanzas no es tarea sencilla. ¿Cuántas veces nos sucedió que esa eventualidad en los gastos, como un electrodoméstico roto, nos dejó sin capacidad de ahorro? ¿O las veces que gastamos más de la cuenta y luego nos costó horrores llegar a fin de mes? Afortunadamente no estamos solos: existen expertos en finanzas en cuyos sitios web podemos encontrar información muy útil y fácil de llevar a la práctica para mejorar nuestros hábitos financieros.
Pero, entonces, si las finanzas personales nos resultan tan complicadas cuando solo nos encargamos de nuestro bolsillo, ¿qué sucede cuando decidimos unir nuestra vida a la de otra persona y, por ende, también nuestra economía? ¿todo se vuelve un caos inmanejable? ¿estamos destinados a la incómoda discusión por dinero? ¡No! Existen hábitos sencillos para poder llevar adelante una inteligente y efectiva administración en pareja ¡vamos a conocerlas!
Finanzas en pareja: el dinero es importante
Quizás cuando solo eran novios quién pagaba la salida o quién invitaba el hotel de la primera escapada de fin de semana no era un tema importante. Quizás en esa época se decían mutuamente que el dinero no era importante porque, de hecho, lo sentían realmente así. Pero una cosa muy diferente es cuando se decide, como pareja, compartir un hogar.
En la convivencia, el dinero toma otro rol: quién paga qué cosa pasa a ser un factor determinante en la administración personal de cada uno, lo cual, cuando no es equilibrado o no está hablado en profundidad, puede generar severos roces y hasta peleas.
Por otro lado, compartir el dinero en la pareja es fundamental ya que, de acuerdo a la prestigiosa revista Forbes, es la manera en que ambas partes tienen un mismo nivel de responsabilidad y derechos en la relación.
El primer paso para llevar adelante una administración responsable y equilibrada en pareja es admitir que el dinero es importante, que no da lo mismo de qué manera se distribuye y, sobre todo, que una administración considerada justa por ambas partes es fundamental. Porque, además, ya lo dijo Andrés Calamaro: “No se puede vivir del amor”.
La comunicación: base de una pareja (y administración) duraderas
Seguramente habrás escuchado más de una vez que la comunicación es fundamental para la salud de una pareja. Si vos no te comunicás con quien se supone es tu compañero o compañera de vida, ¿cómo va a saber cuáles son tus deseos, incertidumbres, miedos? ¿cómo podés pretender que te comprenda? Lo mismo sucede con las finanzas.
En primer lugar, para llevar a cabo una administración equilibrada e inteligente de las finanzas en pareja hay que sentarse a hablar ¿Sobre qué? Sobre todos los factores que sean necesarios poner sobre la mesa: ¿cuánto gana cada uno? ¿qué tipo de administración prefieren? ¿es más conveniente hacer un fondo común o es mejor para la pareja compartir gastos y que cada uno tenga su propio dinero?
Quizás no sea la charla más bonita del mundo pero es estrictamente necesaria. También es muy importante que ninguno de los dos tenga miedo a la discusión o a ser honesto respecto a lo que pretenden, sobre todo en relación a las metas y los métodos. ¿Por qué? Porque luego, cuando el dinero sea administrado de a dos, si una de las partes no está satisfecha en relación a un elemento charlado previamente, se generarán conflictos graves.
Recién cuando se hayan decidido estos parámetros de manera clara es que se pueden empezar a organizar las finanzas.
Es en esta segunda etapa en donde es crucial plantear una reunión mensual o quincenal (dependiendo del tipo de egreso económico que tenga cada uno) para organizar los números. Es importantísimo que el objetivo de dicha reunión sea pura y exclusivamente gestionar las finanzas de la casa: qué hay que pagar, cuándo hay que pagarlo, quién se encarga de cada cosa, cuánto es la capacidad de ahorro, etc. No se levanten de la mesa hasta que no tengan definidos todos los pasos a seguir en relación a la administración del hogar.
Organización:
Imagínate un armario. Imaginate que abrís ese armario y está todo desordenado: los suéteres junto a la ropa de verano, las medias mezcladas con las camisetas, tu ropa y la de tu pareja enrolladas al fondo del placard. ¿Cómo hacer para saber qué ropa se tiene, de qué color y en qué estado? ¿Cómo averiguar qué tipo de prenda falta y cuál otra sobra? ¿Cómo saber qué es más importante adquirir para el advenimiento de los cambios de temperatura? E incluso: ¿Cómo saber qué te vas a poner al otro día para el ir a trabajar? Imposible.
Con las finanzas sucede exactamente lo mismo: es necesario ordenar los gastos e ingresos de la manera más prolija posible para poder llevar adelante una administración eficaz.
¿Qué significa ordenar los gastos? Establecer en una planilla de Excell u otras plataformas que ambos sepan utilizar cuáles son los gastos de cada mes, en qué fecha vencen, cuáles son los ingresos, en qué fecha se incorporan a la economía familiar, cuánto es la capacidad de ahorro, cuál es la meta de ahorro mensual y anual, de cuánto es el fondo monetario para emergencias, etc. No se olviden de dejar la copia del archivo, incluyendo los números de cuentas bancarias de cada uno, en un segundo lugar de reserva.
¡Esperamos que estos consejos te hayan sido útiles! Seguí conociendo sobre finanzas en este sitio web.
